Los Juegos Paraolímpicos quedaron inaugurados este sábado en Beijing en medio de fuegos artificiales, y China le apunta a otra oportunidad para consolidar su papel como potencia mundial deportiva.
Miles de porristas y bailarines vestidos con trajes coloridos realizaron una rutina en el centro del campo del estadio Nido de Pájaro antes del desfile de atletas de 148 países. El público vitoreó y ondeó banderas, mientras los líderes del Partido Comunista de China y dignatarios extranjeros observaban desde las gradas.
La lista de invitados incluía al presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, el presidente alemán Horst Koehler y el primer ministro surcoreano, Han Seung-soo.
Poco antes, posaron para fotografías con el presidente chino Hu Jintao en la sede de la legislatura china en Beijing.
"Preocuparse por los discapacitados es una señal importante de la civilización y el progreso", dijo Hu.
"El pueblo y el gobierno chino siempre le han dado mucha importancia a la causa de los discapacitados", agregó. "Ponemos a la gente primero, con un espíritu humanitario y abogando por la igualdad y en contra de la discriminación".
Los Paraolímpicos comienzan el domingo, apenas dos semanas después de la clausura de los Juegos Olímpicos. En los juegos de 10 días compiten unos 4 mil atletas con diferentes grados de discapacidad.
Los atletas utilizarán muchas de las instalaciones olímpicas y se repartirán 472 medallas de oro, 170 más que en las olimpiadas regulares.
China quiere aprovechar los Paraolímpicos para destacar sus esfuerzos para ayudara los 83 millones de ciudadanos con discapacidades físicas.
La agencia oficial Xinhau ha dijo que Beijing usó gran parte de su presupuesto de 100 millones de dólares de los Paraolímpicos para mejorar las instalaciones para personas con discapacidades físicas.
