Esta historia se remonta al Halloween de muchas décadas atrás, y ocurrió en una casona similar a ésta:
dado lo lúgubre y tenebroso, resulta extrañamente atractiva para que los niños pidan golosinas en noche de brujas
en esta casa, vive un anciano amargado
que no conversaba con nadie, ni tampoco le gustaban los niños. Por esa razon es que odia esta fiesta.
Los niños lo saben, sin embargo, año a año los niños van a esta casa a pedir caramelos, pero no…. El anciano dice que jamas le dara caramelos a los niños. Una noche de halloween, un niño sin disfraz
se acercó a la puerta…..golpeó y al aparecer el anciano el niño dijo “dulce o travesura” y el anciano enfurecio y dijo
- Vete de aquí! No sabes que no le doy caramelos a los niños?
El pequeño miro fijamente al anciano y le contesto con una voz de ultratumba:
- Si esa es tu respuesta, entonces tendrás TRAVESURAAAAAAAA!!!!!!!
y mientras decia esto, el pequeño se transformó en la más horrenda criatura que puedan imaginar
al ver la transformación, el anciano quedó paralizado y trató de cerrar la puerta
pero la criatura lo detuvo con uno de sus brazos, así que no le quedó mas que salir corriendo al interior de su casa.
Cuando el anciano llegó a su cuarto, cerró la puerta, pero para su sorpresa, el monstruo se transformó en humo, por lo que pudo pasar a travez del cerrojo de la puerta para nuevamente tomar su forma original cuando entro al cuarto
- Vete!! Dejame en paz! – dijo el anciano
- Deberás pagar por tu comportamiento – respondio el monstruo, mientras se acercaba al anciano
- Prometo cambiar! Lo juro! No me hagas daño! Dejame tranquilo! Dijo llorando el anciano
el extraño ser comprendio de inmediato la sinceridad del anciano, y se desvaneció.
agradecido por esta 2º oportunidad, el anciano finalmente cambió. Fue amable con todos, especialmente con los niños, sobretodo en época de Halloween
dado lo lúgubre y tenebroso, resulta extrañamente atractiva para que los niños pidan golosinas en noche de brujas
en esta casa, vive un anciano amargado
que no conversaba con nadie, ni tampoco le gustaban los niños. Por esa razon es que odia esta fiesta.
Los niños lo saben, sin embargo, año a año los niños van a esta casa a pedir caramelos, pero no…. El anciano dice que jamas le dara caramelos a los niños. Una noche de halloween, un niño sin disfraz
se acercó a la puerta…..golpeó y al aparecer el anciano el niño dijo “dulce o travesura” y el anciano enfurecio y dijo
- Vete de aquí! No sabes que no le doy caramelos a los niños?
El pequeño miro fijamente al anciano y le contesto con una voz de ultratumba:
- Si esa es tu respuesta, entonces tendrás TRAVESURAAAAAAAA!!!!!!!
y mientras decia esto, el pequeño se transformó en la más horrenda criatura que puedan imaginar
al ver la transformación, el anciano quedó paralizado y trató de cerrar la puerta
pero la criatura lo detuvo con uno de sus brazos, así que no le quedó mas que salir corriendo al interior de su casa.
Cuando el anciano llegó a su cuarto, cerró la puerta, pero para su sorpresa, el monstruo se transformó en humo, por lo que pudo pasar a travez del cerrojo de la puerta para nuevamente tomar su forma original cuando entro al cuarto
- Vete!! Dejame en paz! – dijo el anciano
- Deberás pagar por tu comportamiento – respondio el monstruo, mientras se acercaba al anciano
- Prometo cambiar! Lo juro! No me hagas daño! Dejame tranquilo! Dijo llorando el anciano
el extraño ser comprendio de inmediato la sinceridad del anciano, y se desvaneció.
agradecido por esta 2º oportunidad, el anciano finalmente cambió. Fue amable con todos, especialmente con los niños, sobretodo en época de Halloween