LA POSADA DE LA LUNA (ROL MEDIEVAL)

[LennaSuace]

Lenn atravesó el conjuro protector de Sir Godofredo y tomó su mano. Inmediatamente las llamas se apagaron y los restos calcinados de la falsa posada desaparecieron.

Asimismo las heridas de Sir Godofredo desaparecieron y en Lenn, el único rastro que quedó de lo que había sucedido, fue una marca ondulada, de color verde obscuro, alrededor de su cuello.  

[sir godofredo]

El caballero llegó al claro justo a tiempo para ver cómo todo desaparecía ante sus ojos, dejando tan sólo al anciano y la joven, quienes le vieron llegar con algo de aprehensión. ¿Cómo reconocer si el que tenían al frente era un doble o el verdadero? El anciano estaba a punto de hablar cuando todo su entorno volvió a cambiar, y la fuerte luz de mediodía se desvaneció por completo.

En ese momento se dieron cuenta que todo había sido una ilusión, un sueño; era una sensación inexplicable de certeza que los tres viajeros compartían. Todos ellos eran reales.

A su alrededor estaban nuevamente los altos y tupidos árboles del viejo bosque, pero bañados de una luz blanquecina que se colaba por entre algunas ramas. Sabían que era aun de día, pero allí, en medio del silencio y la penumbra, les daba la impresión de hallarse en una noche de luna llena. Unas lucecitas diminutas comenzaron a aparecer por entre las ramas y arbustos; al principio creyeron que se trataba de luciérnagas, pero pronto pudieron cerciorarse que eran más bien hadas. Parecían estar señalando su camino.  

[LennaSuace]

Lenn vió las lucecitas con atención: en su vida jamás había conocido un hada. En Lahar habían dejado de existir hacía mucho.

Al notar la satisfacción de Sir Godofredo, supo que aquello era una buena señal y se dispuso al camino. Se sentía aún un poco mareada, pero el aire fresco le sentaba bien.

Un grupo de aquellas lucecitas se desprendió de los arbustos y volaron hacia ellos. Las hadas eran como niñas con alas de mariposa (aunque Lenn había leído que algunas podían tener cientos de años de edad). Vestían sutiles vestidos hechos con pétalos de flor y sus cabellos flotaban caprichosamente. Empezaron a parlotear con los viajeros, pero éstos sólo escuchaban brillantes tintineos, inteligibles.

Las hadas hablaban sin parar, y algunas (muy atrevidas) fueron directo a la barba de Sir Godofredo para darle haloncitos ( mrgreen mrgreen ). Otras se acercaron al caballero y se posaron en su cabeza para platicar con la criatura que llevaba en el hombro. Unas cuantas empezaron a enredar con Lenn.  

[sir godofredo]

El anciano se sentía curiosamente alegre, y no le molestó para nada que las pequeñas criaturitas se le acercaran a jugar. Tenía la sensación de que había pasado el peligro. "Joven Lenna, Caballero, estas hadas son luminosas como podéis ver. Esto significa que hemos dejado la zona habitada por los seres de las raíces. Podemos avanzar sin miedo."

Mientras tanto, el silverino que viajaba a hombros del caballero se sentía muy alegre. "Dicen estas hadas que el unicornio está esperándonos no muy lejos de aquí. ¡No se qué habéis hecho pero el bosque está complacido!"  

[LennaSuace]

"Ya era tiempo de que se mostrara un poco más amable" dijo Lenn ladeando la cabeza. "¿Qué habremos hecho, señor? ¿Tenéis idea?"

Luego recapacitó en el Silverino y quedó perpleja al verlo tan tranquilo en el hombro del caballero.  

[sir godofredo]

"Aun no estoy muy seguro" replicó el anciano, "pero parece que el caballero ha hallado la forma de escapar a los lagos de plata sin demasiada ayuda, ¡y hasta trae una mascota parlante!"

Al silverino no le gustó que le llamaran mascota, y su rostro reflejó al instante su descontento. Le hizo una mueca a Sir Godofredo, y este no cabía en su asombro al ver cómo la lengua de la criatura podía ser tanto más larga que su propio cuerpo. blaugh  

[LennaSuace]

Lenn siguió con al marcha, por el camino que las hadas señalaban. ¿Así que el bosque estaba contento? ¿Por qué? La tranquilidad de Sir Godofredo no la alcanzaba a ella del todo. "Veremos qué ocurre", pensó.

Tras la reflexión, se dió a analizar lo que había ocurrido en la falsa posada. Desde ese entonces, sentía la cabeza más despejada y los sentidos más claros. Era como si se hubieran agudizado.  

[Noche23]

Mientras sir Godofredo y la joven lenn se encontraban ocupado por el camino del sur venia una doncella de piel cetina, un poco andrajosa, esperando peder llegar a tiempo a la posada de la luna.

No muchos conocen mi hstoria pero se que esto le interesara a sir Godofredo, le pedre su ayuda y tambien a aquella mujer que se hace llamar Lenn

((esoy hasta ahora lyendo el principio del rol denme tiempo ya sabre como va la historia biggrin ))  

[sir godofredo]

Puchufly

Mientras sir Godofredo y la joven lenn se encontraban ocupado por el camino del sur venia una doncella de piel cetina, un poco andrajosa, esperando peder llegar a tiempo a la posada de la luna.

No muchos conocen mi hstoria pero se que esto le interesara a sir Godofredo, le pedre su ayuda y tambien a aquella mujer que se hace llamar Lenn

((esoy hasta ahora lyendo el principio del rol denme tiempo ya sabre como va la historia biggrin ))

((Sed bienvenida a este Rol, agraciada doncella Puchufly. En estos momentos Sir Godofredo y Lenn están en medio del bosque, pero pronto llegarán de vuelta a la posada. Lenn es una jove que recién ha llegado el día anterior, así que no es muy conocida en la región, pero si lo deseáis vuestro personaje puede entrar a la posada directamente, pues hay otros personajes no jugadores --controlados algunos por este servidor vuestro-- con quienes podéis interactuar por el momento. No es necesario que sepáis gran cosa más allá de la primera página. ¡Pasadla bien!))  

[Noche23]

Caminaba rapido pues estar sola por estas tierras no era buen, con tantas guerras y tantos mounstruos sueltos era mejor prevenir males mayores, cuando al fin diviso la posada no agunto mas las ganas de estar en compañia y corrio hacia la entrada

*Hay alguien en la posada, mi señor Godofredo? esta ud en casa?*  

[sir godofredo]

Conforme los tres viajeros continuaban avanzando, el bosque se iba llenando de vida, luz y sonido, hasta que a ratos les daba la sensación de estar más bien en un palacio con columnatas de plata y diamantes, en lugar de un bosque antiguo y jamás intervenido por seres humanos.

En todos sus años de vivir en el área, el anciano jamás se había aventurado a la región de la Luna Llena del bosque. También él se sentía cambiado por dentro, como si una nueva vitalidad le hubiera llenado el cuerpo y el espíritu, y ahora rebosaba de vida.

No tardaron mucho en llegar a lo que a primera vista les pareció un claro en medio de los árboles, sólo para descubrir asombrados que se trataba apenas del espacio que había en medio de los abetos más grandes que ninguno siquiera imaginaba que existieran. El dosel de este sitio se elevaba cientos de metros por sobre sus cabezas, y la luz plateada que se filtraba desde arriba daba al lugar la impresión de una catedral gótica.

Las hadas que les habían guiado hasta allí no ingresaron a dicho espacio abierto, pero sí les indicaron a los tres viajeros que continuaran. Más adelante, al otro lado de un riachuelo de aguas diamantinas, pastaba tranquilamente un unicornio.  

[sir godofredo]

Puchufly

Caminaba rapido pues estar sola por estas tierras no era buen, con tantas guerras y tantos mounstruos sueltos era mejor prevenir males mayores, cuando al fin diviso la posada no agunto mas las ganas de estar en compañia y corrio hacia la entrada

*Hay alguien en la posada, mi señor Godofredo? esta ud en casa?*

Unos escalones más arriba se abrió la puerta de La Posada de la Luna, y de ella surgió una mujer alta y esbelta, digna representante de la sangre élfica, quien llevando un delantal de cocina y una gallina desplumada en una mano, increpó a la recién llegada con estas palabras: "Sir Godofredo de Moriz de Morfed, propietario de este establecimiento, no se encuentra en este instante. ¿Hay algo en que podamos serle de ayuda mientras regresa?"  

[Noche23]

La doncella giro su cabeza y al ver a esa hermosadama con un pollo entre las manos se sorprendio y no pudo contener su ridita nerviosa

-jijijijij ai mi doncella he venido para hablar con sir Geoffrey tengo algunos problemas domesticos y se que el es un hombre sabio y buno, si es posible que me de una habitacion se lo agradeceria.... no se si este disponible la del ala sur es que esa habitacion siempre me a gustado... si no puede darme cualquier otra no tengo inconveniente-

Entre en la posada y espere a que la hermosa mujer me guiara...
((debo irme puedes mover mi personaje hacia la habitacion pero no dira nada solo te agradeceera y se acostara a dormir))  

[LennaSuace]

sir godofredo

Las hadas que les habían guiado hasta allí no ingresaron a dicho espacio abierto, pero sí les indicaron a los tres viajeros que continuaran. Más adelante, al otro lado de un riachuelo de aguas diamantinas, pastaba tranquilamente un unicornio.

Con incredulidad, Lenn se detuvo a ver el unicornio que pastaba. Era lo más bello que había visto en su vida: níveo como el que más, representaba todo lo bueno y pacífico que había querido en su vida. Su vista alegraba, y a la vez conmovía hasta las lágrimas.

Apartó la mirada como queriendo evitar ese derroche de sentimentalismo, y fue cuando se percató de la presencia del ser espiritual que habían visto anteriormente. Estaba sentada (ahora se perfilaba como una bella jovencita) al pie de un árbol. Su rostro estaba vuelto hacia los viajeros, pero sus ojos estaban cerrados como si durmiera.


(¡Bienvenida seas, Puchufly! heart heart )