LA POSADA DE LA LUNA (ROL MEDIEVAL)

[sir godofredo]

En la Posada de la Luna la jefa de personal hablaba con la recién llegada: "¡Claro que tenemos espacio!" Le dijo sonriente la camarera, "pero tendrá que ser en el ático, pues nuestra clientela ha venido en aumento las últimas semanas. Sir Godofredo y sus acompañantes vendrán antes del ocaso; puedo avisarle en cuanto vengan que usted le busca." Y sin más decir, Dahlia --que era el nombre de la doncella elfa-- le guió hasta la última habitación disponible.  

[sir godofredo]

Por otro lado, aún en el bosque, el anciano caballero y sus dos acompañantes se habían quedado mudos de la emoción ante lo que estaban contemplando.

"¡Acercaos!" les indicó la figura de la jovencita, aun con los ojos cerrados. "Esta mañana habéis penetrado en estas tierras, y los argent me informan que venís en busca del unicornio. ¡Héla aquí pues!" Pese a tener la apariencia de una niña de apenas 12 años, la voz del espíritu era profunda como el bosque mismo, y aun al hablarles mantenía los ojos cerrados y una postura pacífica. "Es la última de su especie en este bosque, gracias a las constantes fechorías de Vesperianos y Laharienses."
 

[LennaSuace]

Lenn y sus acompañantes avanzaron hacia la joven. Lenn recordó que ese ser había introducido su índice en su pecho. Se preguntaba qué podría significar aquello.

La joven pareció escuchar la duda de Lenn, sonrió y dijo: "Advertimos que sois de Lahar y que jamás habíais puesto pie en estas tierras. Fuí enviada a examinaros y determinar el nivel de peligro que implicaría dejaros pasar"

Lenn asintió y esperó a que Sir Godofredo tomara la iniciativa con la joven o el unicornio.  

[JKLmaster]

El caballero se quedo quieto, observando el lugar y manteniendose alerta por cualquier movimiento extraño, tanta tranquilidad le inquietaba un poco.  

[sir godofredo]

Observando la actitud de sus acompañantes, el anciano dio un corto paso hacia adelante y respetuosamente habló al espíritu: "Confío en que habéis descubierto lo que en realidad guarda el corazón de esta joven, y en los nuestros".

"Efectivamente" respondió el espíritu con voz tranquila, casi juguetona; "fue por ello que se os han impuesto tres pruebas para demostrar quiénes sois realmente, y cómo actuaríais ante el peligro, el miedo y la tentación. Tres han sido las pruebas, y la mayoría fracasa en todas. Vosotros habéis triunfado cada uno en dos de las tres, y fracasado en una. Eso, ciertamente, es extraordinario".

Sir Godofredo se quedó pálido ante estas palabras, pues había creído que todas las pruebas habían sido superadas exitosamente.

El espíritu captó los variados sentimientos de los tres viajeros, y su explicación no se hizo esperar. "Vos, anciano, conocíais ya mucho de este bosque, y por ello vuestras pruebas fueron sutiles: os enfrentásteis al peligro de los argent sin claudicar en vuestro empeño, y tuvísteis el tino de confiar en dos extraños pese a las advertencias de vuestro oráculo. Sin embargo habéis sucumbido a la tentación del conocimiento."

No fue sino hasta escuchar estas palabras que Sir Godofredo comprendió que todavía llevaba con sigo el libro de conjuros hallado en la falsa posada. Compungido de la vergüenza, bajó el rostro y no dijo nada más. Pero sí sacó el libro de su morral, y sin dudarlo un momeno lo arrojó lejos de sí, consciente de que tal acto no borraba su falta.

Entonces el espíritu habló a Lenna: "Vos, doncella, habéis superado el temor a ser herida, y abandonándo todo fuisteis en busca de un nuevo ideal, confiando en la promesa de un completo extraño a pesar de vuestras pasadas experiencias. ¡Ha sido eso y nada más lo que me hizo daros la oportunidad de probar vuestra valía! Y cuando se os ofreció el Poder en su máxima expresión visible, aún así elegisteis permanecer vos misma, ¡nunca un lahariense había hecho tal proeza! Pero habéis sido impotente ante el peligro, hasta el punto de casi perder la vida."

"Y vos, caballero, valiente habéis sido, y ciertamente no os falta decisión y voluntad de llevar a cabo cuanto os proponéis. Ante el peligro fuiesteis intrépido, llegando al punto de superaros a vos mismo. Ante la tentación pudo más vuestra sabia prudencia, y ciertamente os digo que de haber ingresado al limbo de los silverinos, jamás habríais retornado. Pero vuestro valor en el combate no os ha valido para desprenderos de vuestra coraza interna, y aún ahora permanecéis como una fortaleza impenetrable, de la que vos mismo sois incapaz de salir; tanto que seguramente mis palabras os parecerán niñerías sentimentales. ¡Qué lamentable!"

"Los tres habéis fracasado individualmente, pero al trabajar como uno y ayudaros unos a otros a superar vuestras debilidades, habéis con ello ganado el derecho no sólo de salir con vida de estas tierras, sino de inclusive pedir al Bosque un obsequio. ¡Elegid sabiamente!"  

[LennaSuace]

Lenn comprendió su falta, había estado a punto de perder la vida tontamente en un momento de peligro, mostrando ser irresponsable. Todo ello se originaba en la poca valoración de su propia vida. Desde que perdió a sus seres queridos, a manos de un monstruo de Lahar, y supo que ella misma podría convertirse en otro monstruo, tenía la convicción que no importaba morir.

Con todo, no podía dejar de tener miedo. Así como tampoco podía dejar de sentir furia por ese horrible sino. Habría querido algo más... algo esperanzador... algo que la hiciera sentir bien consigo misma.

Y fue ahí cuando se le ocurrió qué pedir al Bosque.

"Quisiera poder redimirme y redimir a mi pueblo. Hemos causado tanta destrucción y tanto dolor... deseo tener el conocimiento para usar mis poderes para sanar las heridas causadas por mi gente"

Lenn no se atrevió a pronunciar su deseo. No sabía si entre los tres debían pedir un obsequio al Bosque o si éste concedería a cada uno algo.  

[JKLmaster]

El caballero habiendo escuchado la explicación del espiritu se sintió más tranquilo.

En cuanto a lo que habia dicho el espiritu sobre él, ya lo tenia bien considerado, ahora lo único en lo que estaba preocupado por realizar era colaborar con estas personas y si se daba la oportunidad obtener los libros que buscaba o tener alguna información sobre ellos.

"Anciano, pedir lo que hemos venido a buscar y marchemonos de una vez de este bosque, que ante los maleficios y enfermedades es mejor actuar pronto antes que se agraben con el tiempo."

Bien dudaba de que se le concediera un deseo a cada uno, ya que al superar las pruebas como uno, el deseo tenia que ser como uno, era lo más lógico en lo que podía pensar depués de haber fracasado en una prueba.  

[LennaSuace]

Lenn miró al caballero de reojo. Supo que él no creía que concedieran un deseo a cada uno "Pero se vale soñar" se dijo a sí misma.  

[Noche23]

Entre tanto en la posada de la luna Puchufly se encontraba en el altillo pensando y paseandose por su pequeña, pero acojerdora habittacion, tuvo un deseo incontrolable de bajar las escaleras y buscar compañia.

*puchu bajo las escaleras y fua a la cocina*

-Hola, hay alguien-

*Puchu se dirigio a la alacena y saco de ella algunos cazos , huevos y unas cuantas hierbas aromaticas, prendio fuego, aunque tuvo que esperar pues el fogon de leña y carbon no prendia rapido, cuando al fin el fuego estuvo en su punto punto puso el cazo e hizo unos huevos*

-Bueno creo que despues de esto quedare satisfecha por completo .... dare la vuelta a la posada mientras Godofredo llega de su buaje que creo tardara un poco mas de lo que me dijo esa bella elfa-  

[sir godofredo]

El anciano escuchó al caballero y supo que tenía la razón. Se dirigió pues al espíritu con estas palabras: "Bien ha hablado el caballero. El motivo de venir aquí este día ha sido salvar la vida a una noble dama que yace enferma por un maleficio. Por tanto, deseo pediros un cabello de la cola del unicornio, a fin de preparar el antídoto necesario."

Dichas estas palabras, el espíritu sonrió y finalmente abrió los ojos, mostrando unos pozos negros profundos como la noche. "¡Concedido!" dijo, e instantes después, el unicornio cruzó el riachuelo y comenzó a trotar grácilmente hacia ellos. El espíritu se le acercó, acarició su costado y tomó de su cola lo que el anciano había pedido. Luego el unicornio se acercó a Lenn, cosa que al propio espíritu pareció sorprenderle. Parecía como si quisiera que ella lo acariciara también.

"Anciano" el espíritu le tendió el pelo. "Pedís uno, pero son dos los que os doy. Guardad el otro, pues vaticino que os será de utilidad en el futuro. Y vosotros dos" dijo entonces al caballero y la joven, "lo que pedisteis os será también concedido hasta donde es posible permitirlo."

"A vos, caballero, no os está permitido ingresar al limbo de los silverinos y salir luego, pero ya habíes recibido por mérito propio suficiente de tal lugar: preguntad a vuestro nuevo acompañante lo que necesitéis, y él seguramente podrá responderos, pues son la memoria del bosque. Y vos, doncella: el unicornio os acepta como un ser digno de su presencia; si ella cofía en vuestro corazón, podéis vos confiar en ella y en mí cuando os digo que a un pueblo no lo redime un individuo, pero el individuo puede guiar a su pueblo por el camino de la redención. Meditad sobre ello, y sabed que son vuestros actos y vuestra motivación, y no lo que otros digan o piensen, lo que en realidad importa a la Eternidad."

"Ahora debéis volver a la posada, pues os esperan nuevas aventuras en otras partes."

Dicho esto, una espesa niebla comenzó a surgir del dosel del bosque, hasta que pronto no pudieron ver nada más a su alrededor. Lenn sintió al unicornio apartarse de su lado, y momentos después la niebla empezó a disiparse nuevamente: frente a ellos se hallaba la Posada de la Luna, y por sobre los árboles brillaba el sol del atardecer.  

[sir godofredo]

Puchufly

*Puchu se dirigio a la alacena y saco de ella algunos cazos , huevos y unas cuantas hierbas aromaticas, prendio fuego, aunque tuvo que esperar pues el fogon de leña y carbon no prendia rapido, cuando al fin el fuego estuvo en su punto punto puso el cazo e hizo unos huevos*

-Bueno creo que despues de esto quedare satisfecha por completo .... dare la vuelta a la posada mientras Godofredo llega de su buaje que creo tardara un poco mas de lo que me dijo esa bella elfa-

La elfa que le había recibido ingresó entonces a la cocina. "Veo que sois algo impaciente, joven dama. No hay problema con ello, pero si tanto deseáis hacer algo provechoso con vuestro tiempo bien podríais ayudarme a cuidar a dos enfermos que han venido ayer, ¿os parece? Por cierto, mi nombre es Dahlia."  

[JKLmaster]

El caballero ya sabia que podria obtener información de su acompañante por tal motivo no tenia mucho interes en pedirle algo al espiritu, una vez que observo que estaban frente a la posada les dijo al anciano y a la joven:"Ha sido una buena expedición de la cual he obtenido una buena experiencia, si me permiten, ahora me retirare a mi habitación."  

[LennaSuace]

Lenn jamás había acariciado un unicornio - o criatura alguna sweatdrop - y, al regresar a la posada aún sentía en sus manos la sensación de suavidad de éste.

Tras la retirada del caballero (y su pequeño acompañante) se volvió a Sir Godofredo y le preguntó: "¿Hay algo que pueda hacer para ayudaros en la cura de los enfermos, señor?"  

[sir godofredo]

El anciano asintió al caballero para verlo partir al instante escaleras arriba, y esbozó una sonrisa ante las palabras de la joven. "Me alegra ver que sigáis tan llena de vida tras el largo día que hemos pasado. No necesito ayuda para realizar la pócima, pero podéis observar o ayudar a Dahlia. ¿Os parece si seguimos al caballero?"

Pero la pregunta era, en este caso, mera cortesía. Sir Godofredo estaba tan agotado que casi tropieza en el primer escalón, pero pudo evitarlo gracias a su bastón de caminar. "Este cuerpo mío ya no es tan fuerte como solía ser" dijo, y se sentó junto a la puerta a reposar unos momentos.  

[LennaSuace]

Lenn esperó a que Sir Godofredo descansara y luego le ayudó a ponerse en pie y llegar a su estancia. Le dió las buenas noches y fue en busca de Dahlia. La encontró acompañada de una jovencita, nueva en la posada, aplicando paños húmedos a los enfermos.

"Salud, noble Dahlia y joven doncella. Finalmente hemos regresado del viaje. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudaros?" Dahlia sonrió e indicó que todo estaba bajo control. Así que Lenn se retiró a su habitación. Se cambió y se recostó en el suave colchón que habían dispuesto para ella. Desde ahí, estuvo contemplando la aparición de la luna, que parecía salir del Bosque.