LA POSADA DE LA LUNA (ROL MEDIEVAL)

[Javiertus]

Pasadas algunas horas, cuando ya todos los huéspedes comenzaban lentamente a retirarse a sus dormitorios, Sir Godofredo sintió nuevamente el presentimiento con el que se había levantado, pero esta vez mucho más fuerte. Alarmado, salió de su estudio y cruzó el salón hasta llegar a la terraza, abrió de par en par las puertas y salió.

Momentos después entró nuevamente pidiendo ayuda a gritos. "¡Dahlia! ¡Dahlia, por todos los dioses! ¡Hay dos heridos afuera, ven y ayúdame!"  

[LennaSuace]

Lenn escuchó el grito de alarma de Sir Godofredo y salió de inmediato de su habitación. Llegó casi al mismo tiempo que Dahlia para ver a los heridos, que parecían estar en muy malas condiciones. La oscuridad impedía ver sus rostros.

Intentó ayudar a uno de ellos a entrar a la cabaña, pero su contacto provocó una sensación de malestar inimaginable haciendo que lo soltara casi que de golpe. Sir Godofredo la miró interrogante.

"Está un poco pesado y yo no lo sostuve bien..." Haciendo tripas de corazón, lo volvió a incorporar del suelo y, con la ayuda de Dahlia, entraron a la cabaña.

"¿Quiénes serán estas personas?, pensó tras dejarlos en una cama improvisada.

Resintiendo aún el contacto con los recién llegado, fue por agua y vendas para curarles.  

[JKLmaster]

habiendo sentido el grito de una persona, el caballero se levanto de la cama y bajo a ver lo que habia pasado, al ver a los hombres heridos nota algo que lo hace volverse rapidamente a su habitacion.  

[LennaSuace]

Lenn se da cuenta del repentino aparecimiento del caballero elfo, así como de su rápida retirada a su habitación. Discretamente lo sigue y, al llegar ante la puerta, hace uso de su magia para hacerse invisible y entrar sin ser vista.  

[Javiertus]

En cuanto Lenna, Dahlia y Sir Godofredo hubieron llevado a los heridos al interior de la posada, y de allí a una habitación en el primer piso, se ordenó a la cocinera de turno calentar agua y preparar vendas y compresas. Dahlia fue a buscar las hierbas medicinales y la bolsa de instrumentos de sanador que el anciano caballero mantenía en su estudio, y por su parte, Sir Godofredo permaneció con los heridos para ayudar en lo posible.

Eran un hombre y una mujer. El primero parecía un humano puro, de cabello castaño y una barba muy corta. Mostraba numerosos cortes y manchas de sangre, además de tener aun clavada a su brazo izquierdo la punta de una flecha negra. La mujer era una medio elfa de cabello rojo, y aunque ella no presentaba ninguna herida visible, su rostro estaba pálido y ennegrecido, y manchas purpúreas aparecían y desaparecían de su piel lenta pero visiblemente. "Creo que se halla bajo un embrujo" dijo finalmente el anciano.  

[JKLmaster]

Al llegar a su habitación, lo primero que hace es guardar la caja que habia sacado en su bolsa, y luego se va a costar con ella sujeta.  

[LennaSuace]

Lenna, antes de abandonar la habitación donde estaban los heridos, se fijó en que la persona que ella había ayudado a llevar, era una mujer medio elfa que parecía sufrir una dolencia producto de un embrujo.

"Ahora entiendo por qué me costó tanto traerla. Traen en sí la maldición del corporeus pigmentus, que la irá consumiendo poco a poco. Ese tipo de magia mata a cualquiera... Me pregunto si Sir Godofredo podrá hacer algo por ella"

Tras pensar lo anterior, siguió al caballero elfo y entró, como se dijo, a su habitación. Vió que dejaba una caja depositada en un cajón con llave.

"¡Rayos! O sabe que estoy aquí o este elfo es desconfiado por naturaleza. Tendré que esperar para ver qué oculta... a menos que..."

Con cuidado se aproximó al caballero que yacía dormido y trató de tomar la llave.  

[Javiertus]

"Hmm... me pregunto si podrá ser..." murmuró el anciano luego de algunos minutos, y de inmediato se levantó y fue a buscar sus libros de magia. Sabía que se trataba de alguna clase de maldición, así que concentró su búsqueda en el Brevarium Malleficus según los síntomas. Pronto dio con el maleficio correcto y la forma de curarlo, pero se necesitaba una pócima con ingredientes difíciles de conseguir. En particular, el pelo de cola de unicornio sería tremendamente difícil de localizar, aun en el Bosque de la Luna, y él no podría abandonar la posada así no más. Tendré que pedirle a alguien más que me ayude a conseguirlo, pensó.  

[LennaSuace]

Tras intentar en vano tener la llave, Lenn decidió salir. Vió una luz proveniente de una habitación que había pasado desapercibida para ella y se acercó a curosear. El anciano Godofredo estaba ahí murmurando algo sobre la cola de un unicornio.

Como no entendía bien lo que decía, se acercó más a la puerta. Un extremo de su falda se atoró en algún saliente e hizo que diera un pequeño traspié. Se quedó muda de terror, preguntándose si Sir Godofredo se habría dado cuenta...  

[Javiertus]

El anciano caballero fingió no haberse dado cuenta, pero como era Lenna la que estaba escuchando decidió murmurar un poco más claro y fuerte, con la esperanza de lograr la reacción deseada.

"Hmm, sí, definitivamente no podremos salvarla sin el pelo del unicornio. ¡Qué situación tan terrible! Que muera así, sin poder contarme lo que le pedí averiguar sobre los humanos mutantes de Láhar!"

No podía verla, pero Godofredo sentía claramente sus emociones aún a varios metros de distancia. ¿Cómo irá a reaccionar? se preguntó.  

[LennaSuace]

Lenn notó el cambio de volumen del anciano. Pensó: "Ha querido que lo escuche. Seguramente me está probando o quiere que yo vaya..."

Pelo de unicornio... eso había dicho Sir Godofredo. Lenn sabía que no sólo era complicado el proyecto, sino que muy peligroso. Los unicornios son criaturas pacíficas que viven rodeadas de otras terribles que parecen cuidar que nadie se acerque.

"Para poder llegar, tendría que usar magia... y eso me acercaría aún más al monstruo que estoy destinada a ser... Por otro lado, es posible que ahí encuentre la cura a ese destino".

Armándose de valor, Lenn tocó la puerta de la estancia de Sir Godofredo y esperó.  

[Javiertus]

((Lenna, voy a suponer que ya no etais invisible...))

Sir Godofredo se dio la vuelta para mirar hacia la puerta semiabierta. "Ah, saludos joven Lenna, ¿en qué os puedo asistir?" le dijo, y recordando el libro que tenía en sus manos lo cerró y puso en un lugar que no fuera muy visible. Después de todo, el 'Brevario de los Maleficios' no daba muy buena pinta con sus tapas de piel humana y letras escritas en sangre. "Como veis, investigo la manera de ayudar a nuestra huésped."  

[LennaSuace]

Lenn, visible ya, entró a la estancia de Sir Godofredo, manteniéndose a una respetable distancia.

"Ciertamente, señor, la joven herida presenta unos síntomas muy graves... me parece que puede morir si no se hace algo. En mi tierra, era común ver a alguien agonizar con esos síntomas. Era una semana entera de agonía e impotencia. ¡No había cura!"

Lenn, bajó la mirada al recordar que así habían muerto varios seres queridos. El corporeus pigmentos era el resultado del ataque de algunos monstruos de las montañas de Lahar.

Pensó: "¿Será que estas personas vienen de Lahar?"

Al notar la mirada de Sir Godofredo, supo que había dejado al descubierto su procedencia, y tembló un momento.

"Decidme si en algo os puedo ayudar, señor. Por de pronto, creo que será mejor que no os interrumpa más"

Se dió la vuelta despacio y se dispuso a salir de la estancia, increpándose por su indiscreción.  

[Javiertus]

Notando claramente la expresión en el rostro de la muchacha, Sir Godofredo decidió no ocultar más lo que sabía.

"En realidad, joven Lenna, ya sabía lo de vuestra procedencia. Lo noté en cuanto llegásteis" dijo, y dándole unos momentos para decidir si permanecer en la habitación o si marcharse, continuó: "Aquí no seréis considerada un monstruo ni nada por el estilo, sino más bien al contrario. Se que aparecísteis en la terraza por medio de vuestros talentos naturales, talentos que en otras circunstancias os pediría que ocultáseis. Pero ya visteis la situación de nuestra huésped y estoy desesperado; no sé a quién más recurrir para ayudarle."

Aun después de todo lo dicho, el anciano caballero titubeó en pedirle directamente ayuda.  

[LennaSuace]

"Señor, sois demasiado bueno conmigo. Pongo a vuestra disposición mi talento para salvar a la joven herida. Sólo decidme qué debo hacer".

Lenna quedó entre asustada y agradecida por la amabilidad del anciano Godofredo. Jamás había recibido un trato así. También le sorprendió la astucia del mismo para descubrir su procedencia.

Titubeó un poco antes de continuar.

"Señor... habréis ya escuchado la leyenda de los que viven en las montañas de Lahar. Se dice que estamos condenados a convertirnos en los monstruos que luego desolan el mundo. ¿Habrá alguna manera de huir de ese destino?"